jueves, 14 de noviembre de 2013

Teatro de Mérida


La ciudad de Mérida fue fundada por Octavio Augusto en 25 a.C., y rápidamente se convirtió en cabeza de la provincia de Lusitania. Siete años después, el cónsul Marco Agripa (principal colaborador de Octavio) mandará construir el teatro: una destacada inscripción lo recuerda. En el siglo II Trajano y Adriano, oriundos de la provincia, reedificarán la scaena. En tiempos de Constantino (s. IV) el teatro será restaurado.

El teatro respeta plenamente las reglas recogidas por Vitruvio en su tratado titulado De la Arquitectura. Sus dimensiones son considerables: la cavea tiene un diámetro de 86,63 m., y podría acoger a unos 6.000 espectadores, distribuidos en más de treinta filas de asientos.

El muro exterior semicircular está construido con sillería granítica almohadillada. En él se abren trece puertas que comunican con cada uno de los sectores de los tres pisos de la cavea. En cada extremo del muro exterior un amplio pasaje abovedado por el que podían circular los carruajes daba acceso directo a la orchestra, pavimentada en mármoles blancos y azules.

La scaena mide 63 metros de largo por 7,5 de ancho. Su fachada, con una altura de 17,5 m. y dos pisos, resulta espectacular. Sobre altos podios se elevan siete pórticos dobles de orden corintio, distribuidos en dos planos distintos. Los tres más profundos, intercalados entre los otros, son practicables y dan paso a los actores. El central, que estuvo cubierto con una bóveda de horno, hoy caída, destaca con un templete casi exento. Los fustes de las columnas son de mármol gris azulado y veteado, mientras que capiteles y basas son de mármol blanco. Distribuidas por toda la fachada se sitúan estatuas de Ceres, Venus, Baco, Plutón, Proserpina, y varios emperadores. Una gran marquesina de madera protegía todo el conjunto de la scaena.

La parte trasera del teatro ocupaba una superficie mayor que la cavea, y estaba ocupada con los consabidos jardines y pórticos, bibliotecas, albercas, y dependencias al servicio del teatro.

El teatro de Mérida, que guarda parecidos con los de Pompeya (Italia) y Dugga (Túnez), destaca especialmente por el gran acierto con que se supo integrar los aspectos técnicos y artísticos, de un modo que parece sencillo y sin esfuerzo.
Planta
El teatro y el anfiteatro
Acceso del público en el anfiteatro
Vomitorio
Cavea
Vista general
Scaena
Frons scaenae
Frons scaenae
Ornamentación superpuesta
Edículo central
Detalles constructivos
Capitel corintio
Dedicatoria a Agripa
Pórticos y jardines traseros
Pórticos
Pórticos
Para saber más

Dos artículos interesantes e ilustrados:

Trinidad Nogales: El teatro romano de Augusta Emerita

Escudero y Galve: El teatro de Caesaraugusta

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