sábado, 8 de febrero de 2014

Donatello: Condottiero Gattamelata


Bronce, 3,40 por 3,90 metros (sin el pedestal), 1445-1453, Padua.

Erasmo de Narni, apodado Gattamelata, fue condottiero general de la República de Venecia. Fallecido en combate en Padua, esta ciudad decide dedicarle un magno monumento en su memoria, aunque finalmente serán sus herederos quienes paguen al artista. Éste se inspira en el antiguo Marco Aurelio de Roma, y en los caballos que flanqueban San Marcos de Venecia. Supone la recuperación de la estatuaria monumental, lo que obliga a perfeccionar las técnicas de vaciado. En estas primeras muestras domina la prudencia: el caballo apoya sus cuatro patas, y el jinete se sitúa perfectamente centrado.

Donatello construye un elevado zócalo de casi ocho metros de altura, con relieves en mármol alusivos a su condición guerrera (trofeos) y a su muerte (putti dolientes), sobre el que sitúa su obra. El caudillo aparece sobre su caballo al paso, pasando revista a la tropa. Lleva coraza romana (con la representación de una Gorgona alada), bastón de mando y una larga espada. Estas dos últimas trazan una diagonal que, sobrepuesta a las curvas del caballo proporcionan una impresión de movimiento. Gattamelata, descubierto, controla el ímpetu del caballo.

El realismo es total, en cuanto al protagonista, con sus arrugas y cicatrices (la huella de su biografía), a la anatomía de jinete y caballo, y a la actitud, movimientos y disposición general.

Por último, la representación de un jefe militar a sueldo como si fuese un emperador romano no debe sorprendernos. Su rostro concentrado expresa el nuevo modelo renacentista de caballero cristiano lleno de un valor moral (virtus) plenamente humano. Asistimos a una “glorificación” del héroe, puramente humana, que se basa en el “buen nombre”, en la fama a que ha dado lugar con sus empresas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario